Cuanto más se habla de Sostenibilidad y 5G, más orgullosa me siento de trabajar en el sector de la consultoría y la transformación digital. Ayudamos a las organizaciones a aprovechar todo el potencial de las nuevas tecnologías para, entre otras muchas cosas, dejar un mundo mejor para las próximas generaciones.
Bien es cierto que vivimos en un momento de fuertes turbulencias. Hay cambios tecnológicos, sociales y, por supuesto, medioambientales. Todos, como profesionales y ciudadanos, somos protagonistas y espectadores de distintos escenarios. Por un lado, nos encontramos ante una situación de urgencia ante el cambio climático y por otro, parece vislumbrarse un halo de luz y de esperanza a través de 5G.
El MWC empezará la semana que viene y ésta será una de las tendencias que acaparará numerosas conversaciones. Esta nueva tecnología móvil aumentará la velocidad de conexión, reducirá al mínimo la latencia (el tiempo de respuesta de la web) y multiplicará exponencialmente el número de dispositivos conectados… pero además ha nacido verde y puede contribuir al futuro de nuestro planeta.
Las últimas recomendaciones de la COP26 son concluyentes. Si no actuamos rápidamente, cuando termine este siglo, la temperatura del planeta habrá aumentado tanto, que la vida humana se volverá insostenible. Por eso, entre otros factores, tenemos que impulsar las oportunidades que hoy ofrece la tecnología y que se suman al acuerdo de la cumbre de París.
Los Communication Service Provider, CSP, ya se han puesto en marcha y concentran sus esfuerzos en áreas clave para impulsar la sostenibilidad con 5G. En primer lugar, se focalizan en estudiar cómo el core de sus negocios puede ser más respetuoso con el medioambiente reduciendo el consumo energético cuando trasladan sus centros de datos internos y de los clientes a la nube; reduciendo costes, desperdicios y consumo energético al facilitar la implantación de tecnologías de aprendizaje automático, inteligencia artificial e internet de las cosas; y cuando permiten casos de uso eficientes en energía y ahorro de emisiones en sectores como transporte, agricultura, industrial, salud.
Los Communication Service Provider, CSP, ya se han puesto en marcha y concentran sus esfuerzos en áreas clave para impulsar la sostenibilidad con 5G
En segundo lugar, se centran en hacer que sus redes sean más eficientes desde el punto de vista medioambiental, a modo de economía circular. Esto incluye aspectos como la reutilización de las redes existentes y la renovación de los dispositivos. El tercer punto para el éxito de una red 5G sostenible es la gestión del cambio interno en torno a las habilidades y procesos para que su personal tenga éxito y sea cada día más innovador.
Esta responsabilidad no sólo debe recaer en los CSP, todos tenemos algo que aportar. Es aquí donde empieza el casting para que la sostenibilidad que ofrece 5G ocupe un lugar destacado en la agenda de los Communication Service Providers. El éxito de esta “Premier de 5G”, depende de un complejo ecosistema, que opera en un nuevo escenario denominado Open RAN (Red de Acceso Radioeléctrico), representado, a su vez, por distintos actores: los CSP, los partners y las administraciones públicas para construir la conectividad en las zonas desatendidas, para mejorar la accesibilidad de los consumidores y así reducir la brecha digital y fomentar la inclusión digital. Un reto que la comunidad global todavía no ha sido capaz de resolver.
El SOS a la SOStenibilidad está lanzado. Estamos a tiempo para que 5G se convierta en la red más limpia en términos de carbono ayudando, de esta manera, a tener cero emisiones netas en 2025.
Fuente: RevistaByte.es